Camino descalza por la aurora de mis sueños
la noche se escabulle intrépida
atravesando muros insondables
yazgo inerte, dormida, casi muerta,
mientras mi mente vaga por valles
oníricos y encuentra de pronto
unos brazos pequeños que se extienden,
vienen a mi y yo corro vacilante hacia ellos
pero no, no vaciles mami me dices en un grito,
son tus brazos Noelia, hija mía
que sólo en sueños puedo tocar
y envolver todavía.