martes, 1 de septiembre de 2009

Quiero un invierno eterno





Setiembre está cerca
puede verse, sentirse,
percibirse sus fragancias
florecidas.
primavera viaja con él
y todo su ornamento
que amalgama la tierra
de colores y aromas
este rincón del mundo
esperándola felices los vivos,
los que aún sueñan el verano
...es su momento.
Antes del diluvio,
de la devastación suprema
que se tornó intolerable,
que invadió mi alma de dolores,
y que aún deshilacha mis sentires...
yo también amaba esa unión,
hijita mía.
Setiembre y primavera...
y la amábamos juntas...
lo recuerdas?
Ahora ya no, no desde que este
es el comienzo del tiempo
de tu doliente ausencia,
de espera, de incompleta
y existencia gris y fría,
como el invierno hija mía...
como el invierno...
Sí, los veo y los sigo
inerte desde mi ventana.
mirando los retoños
de la magnolia que amabas
y observando sin que mis ojos
quieran registren la mirada,
los brotes de la parra...
Anhelando un infinito invierno,
semejante a tu terrosa almohada
donde cae la lluvia y el viento
se desparrama sin fronteras,
donde el agua se escurre sigilosa
hasta el fondo. dónde aún viven
tus huesitos amados,
ellos ... los que yo
alimenté en mi vientre,
Si vos, mi niña dulce,
estás viviendo el invierno,
y si ya no podés
levantar tus manos
hacia la calidez del día
y ni el sol y sus tibios rayos
rozan tu lo que fue tu suave piel,
y si brotes nuevos
de antiguas vides
ya no nacen para vos,
ni la magnolia
te muestra sus nuevos capullos...
Entonces, desaparece primavera!
buscaré a invierno eternamente,
en tu tumba, dentro de ella
apoyaré mi cabeza helada
junto a la tuya fría
y yo también entonces,
dormiré a tu lado...
en la tierra húmeda...
hija mía.


Mamá




Melan
Te amo tanto hija mía, tanto, tanto...

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